Thursday, February 02, 2006






Las Yeguas Homenaje

A Franco y Sergio Botta quienes tienen la misma manía y a quienes se les debe, gracias a eso, la recuperacion de muchas lineas maternas en Colombia que de lo contrario hoy no existirian

Todo comenzó, como tanto en la vida, por accidente. Un accidente permanente, me casé. A pesar de que ella me engañó durante todo el noviazgo haciendome creer que montaba a caballo y que le gustaban estos cuadrupedos, lo cual saliendo de la iglesia descaradamente desmintió, pues resulta que Dios la castigó y en dos años era la orgullosa heredera en pro-indiviso de Don Ernesto Puyana, eximio criador colombiano propietario del Haras La Chucua.
Afortunadamente para ella, a mi no solo me gustaban los caballos sino los de carreras y, en particular, me sabia todas las sangres del abuelo, con puntos y comas, pues lo admiraba desde hacia mucho tiempo. Mas adelante, la yeguas se repartieron entre los herederos de Don Ernesto y mas tarde aun entre mi esposa y Alicia, su hermana menor, quien tambien adoraba los caballos. En conclusion, en pocos años quedé con mis primeras yeguas homenaje y desde entonces me enorgullezco de ello.
Sostener este vicio, obviamente me ha costado largas discusiones con mi esposa, increibles anecdotas, un largo proceso de aprendizaje a las malas pero me ha producido un gran placer.
Asi como a mi, los criadores colombianos tambien les ha tocado sufrir con años de desidia estatal, crecientes costos de operacion, años de para por falta de hipodromo y, mas recientemente, subsidiar a los hipodromos de Villa de Leyva y Guarne, corriendo sus caballos sin que les paguen premios o vendiendo sus caballos a menos precio para sostener la hipica o importando caballos corridos de Venezuela para mantener el espectaculo.
Por muchas razones entonces, en el camino han quedado grandes criaderos y criadores y sus caballos.
Durante un tiempo, me dedique a intercambiar sangres con ellos hasta que muchos se fueron retirando de la actividad y asi yo fui adquiriendo mis yeguas homenaje.
Tuve de La Chucua, la unica hija de Weigela, descendiente de Dalmary y por lo tanto de la misma linea materna de Sadler's Wells y Nureyev, que se llamaba TAPADA, y como casi todos los nombres puestos por Don Ernesto, muy bien puesto pues era oreji-apartada y ensillada y nunca la pude cargar mientras estuvo en mis manos...Sería literal su nombre?
Tambien tuve a Amanecida, la excelente hija de Crossen, quien fuera muy generosa conmigo dandome solo hijas y de las cuales creo que sobrevive solamente Amanezquera, en manos de mi hermano.
Desafortunadamente entre las yeguas que tengo hoy no hay ninguna que provenga de esa fuente original y mi homenaje sigue siendo a traves de sus pesebreras, su tierra y el recuerdo de un gran personaje...ahh y sigo casado con su nieta!
Mi siguiente homenaje fue a Fernando Martinez Sanabria, "El Chuli" para algunos y "El Mono" para otros, ese gran arquitecto español que a tantos marcó con su sabiduría, estilo y negro sentido del humor. En Las Mercedes, tuve el placer de participar en largas tertulias dedicadas a los caballos en compañia de Alfredo Uribe, Rafael Carvajal, Juvera y tantos otros amigos que lo admiraron. Durante su vida pude mandarle yeguas a sus caballos, privilegio que teniamos algunos amigos luego de pasar una larga entrevista sobre la suerte que le teniamos deparado al producto del cruce y otras sutilezas que eran requisitos sin equa non para ser beneficiario de su generosidad, pero fue al morir que pude finalmente comprarle a su hermano Genin varias yeguas que de milagro se salvaron.
Ademas, fue entonces cuando recupere tambien alguna sangre de Don Ernesto pues, su hijo Rafico, tenia con Martinez sus caballos, Resolana, la hija de Sun Rock y Grandulona-la mejor yegua de su generacion- y Grazziani, otro hijo de Grandulona por Zayanndeh . Fue asi como durante años trate de sacarle hijos a Resolana, una yegua bastante deforme del tren delantero, pequeña y dificil de cargar, pero que, gracias a los buenos oficios de mi veterinario de confianza, Sergio Botta, me dio dos hijas preciosas de Matinee Idol...claro que por una extraña coincidencia ambas murieron de infosura. Los avatares de la crianza! Y de Grazziani ni hablar, casi se come a uno de mis trabajadores. Literalmente, le pego un tarascazo debajo del brazo y lo levantó con los dientes apretados, como una fiera. Me dio varios hijos pero ninguna potranca y dos corrieron bien en Villa de Leyva y Guarne, y me dicen que uno fue "exportado" a San Andres, donde se destaco en las carreras de alla. Lo unico que queda es una potranca que crio otro loco amigo mio, Jose Antonio Posse, que obtuvo de cruzarlo con una yegua que yo le regale que a su vez me la habia dado Alberto Santamaria para engrosar las yeguas homenaje, de nombre Xoca.
De Martinez, tuve descendientes de sus grandes lineas maternas Czardas, Bagatelle y Quimbaya pero solo me queda la descendiente de Quimbaya (Quiquina- Racing Star y Quinka por Diving Hawk), desafortunadamente.
Compre yeguas en homenaje a Carlos Montoya Restrepo a su hija Ines Elvira (Peinilla y Chequilla), y en Potrero Grande, donde encontre a Laureada, la hija postuma de Peineta, ganadora del Derby de Los Andes, criada en Santana (madre de Double Crown, el buen handicapero de Los Comuneros). Con mi gran amigo Eduardo Gaviria tambien compramos a Ojos Tentadores, hija de Ormindo y de la misma linea materna de Reform, e India Playera, la hija de Increible de la familia de Chelandry, en homenaje a Potrero Grande y las memorias de los Cubillos, Manuel Francisco Merizalde y hasta de Frieri (De ambas quedan gracias a eso descendientes en manos de terceros en la crianza). Con Gaviria tambien hicimos un negocio con Andres Iregui, quien heredo los caballos de Luis Niño Reyes en Boyaca, y cargamos varias de sus yeguas que venian de la gran velocista Biachu con nuestros caballos Racing Star y Marchtime (de esta aventura, pues eso ni mas ni menos fué, me queda Certeza-Racing Star y Cerinceña por Ambush) . Como ya dije, en homenaje a Carlos Sanz de Santamaria, al Criadero La Chucuita, a Julio, su capataz de toda la vida y a su hijo Alberto, con quien me une todavia una gran amistad, bregué por un tiempo con Xoca, la hija de Brian's Venture que nunca me quedo cargada hasta que se la regale a Posse, cuando me vine a vivir a los Estados Unidos en 1999 y quien hasta que yo sé solo le pudo sacar una cria de Grazziani, de quien yo me siento como el abuelo.
Ultimamente, he tenido yeguas de Santa Lucia de Elkin Echavarria Olozaga en vista que el criadero desapareció despues de años de ejercer una influencia hegemonica en el pais, y tambien quise tener algun producto que me recordara los esfuerzos de Luis Restrepo Umaña del Criadero El Cedro, gran amigo, y de Carlos Haime y su criadero La Isla.
Pero la manía de las yeguas homenaje la concluyo con quizas la persona mas digna de admiracion de todas las nombradas hasta ahora, a juzgar por sus logros como criador habiendo sido quien se inventó a Real Quiet, Eduardo Gaviria Segura. Sus hijas amablemente me vendieron una hija de Marchtime y My Fair Lady por Cabrini Green que pienso preservar en su memoria y que siempre me dara fuerzas para persisitir hasta la terquedad y la rabia por esta industria en este pais.

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