El Arte de Conocer las Lineas Maternas

“If you want to be a good breeder, you need to have your own female line, because then you will know everything about the female line. If you want to make good results, it’s absolutely necessary that you know everything about your female line.” Karsten Andersen Tesio, la familia Phipps, el Aga Kahn, Boussac, Wilderstein, Clairborne y Calumet, todos ellos tienen en común que desarrollaron sus líneas maternas aprendiendo a conocer las características físicas de la estirpe y combinándolas con padrillos que complementaran las falencias de la progenie hasta desarrollar campeones que perpetuaron su ascendencia a través de jefes de raza y reines de course. Los ejemplos en Colombia no abundan pues, sobre todo últimamente, la posibilidad de complementar características físicas con padrillos que uno pueda escoger es cada día mas remota por la escasez de oportunidades. Podemos ver que de las líneas desarrolladas por Potrero Grande de los Cubillos aun hoy sobrevive la línea de Sin Sal que llegara a su máxima expresión en el Criadero La Isla con toda la tribu de Carisma. Todos recordamos a Hot Pies de Santa Lucia de Elkin Echavarría de donde surgieron grandes campeones como Aries, Apocalipsis, Liza y su hija, la campeona Galilea y su descendencia que aún se continúa reproduciendo con gran esfuerzo en el país. Chieftainess del mismo criadero de quien todavía vemos en nuestros pedigrees. También Peters Deb y su hija Trufa u Orebro del Criadero San Silvestre de Héctor de Bedout, antecesora de Chatero, Escalera Flor y tantos otros, quien esta presente en los actuales productos de este criadero, de los pocos aun activos en el país. Alicena, madre del campeón Alicante, que a través de Yuma y Bronzine sigue teniendo ascendencia en el criadero de Rionegro, pero fue a través de Brunetta del mi amigo William Fernando Yarce que logró posicionarse como gran antecesora de campeones. El Dr. Yarce se dedicó a desarrollar esta línea materna de donde crió varios campeones del Hipódromo de los Comuneros. Espero que algo de esto haya quedado por ahí. Otro ejemplo destacado fue el de Royal Lass, importada al país por Eduardo Gaviria y Luis Restrepo, pero fue este quien persistió en la línea logrando a Ritual, gran campeón, Ontina y Utria, madres de campeones y ganadores clásicos para Haras El Cedro. Eduardo Gaviria se la volvió a llevar a Estados Unidos donde produjo varios ganadores y se reimportó cargada pero los resultados para el fueron menos buenos. Eduardo Gaviria, Sergio Botta y yo importamos unas yeguas cargadas que compramos en Ocala que luego vendimos en un remate memorable en el Haras La Irlanda. De todas ellas, el Haras Lugano se quedo con Crazy for Love, una hija de Gold Alert de la familia de Frizette. Aprovechando el gran padrillo Election Day lograron varios ganadores clásicos y espero que esa línea la preserven. Criadores colombianos como Ernesto Puyana, Carlos Montoya, Carlos Sanz de Santamaria, Alejandro Echavarría, alcanzaron en vida a tratar de desarrollar líneas maternas de yeguas importadas con mucho esfuerzo de Francia e Inglaterra y que tuvieron la oportunidad de cruzar con varios padrillos y apreciar los resultados en el hipódromo. Pedro Juan Moreno, Rafael Frieri ni en Comuneros ni en Techo pudieron establecer sus líneas maternas propias y otros que los siguieron, a pesar de saber la verdad de la frase que precede este artículo, tuvieron resultados limitados en general por la situación hípica de Colombia, donde los hipódromos han sido casi que circos itinerantes, sitios de paso de nuestros animales con administraciones distintas y disimiles, con premios casi que en especie, desde el cierre del Hipódromo de los Andes en 1987, hace ya 37 años. Desarrollar líneas maternas toma mucho tiempo por eso lo importante del esfuerzo de recuperar líneas maternas tradicionales en Colombia como las que ya he enumerado entre otras. Por esa razón alguna vez emprendí el esfuerzo de lo que llame entonces “Yeguas Homenaje” (ver articulo en este mismo blog), donde buscaba precisamente conservar a toda costa esos esfuerzos de nuestros antecesores. Este mismo esfuerzo lo emprendieron Franco y Sergio Botta en su criadero Lugano comprando muchas yeguas para ponerle a su excelente reproductor Election Day y después a Thunder Blitz. Hoy afortunadamente conservo yeguas descendientes de Carisma y una en particular que creo que si es de mi cosecha que es Inspirada. Esta yegua viene de Golden Hind (Anca Dorada en castellano me imagino que por su “culo de cocinera”), hija del campeón Aureole en la yegua All Aboard por Blue Peter, a través de Sea Rhapsody hija de Sing Sing, que fuera importada a Colombia por Frieri. Eduardo Gaviria y yo le compramos a Rodrigo Gómez, cuando estaba manejando lo que quedaba de Potrero Grande ya en manos de los Boger, varias yeguas entre otras India Playera, por Increíble, ganadora del Premio Velocidad en Villa de Leyva, cargada de Halo Sheila. De allí nacieron Inmediata, velocista en Los Comuneros, Incisiva e Invicta, hijas de Racing Star, padrillo importado por Gaviria y yo, ganadoras en ese hipódromo. Invicta se la vendí en un remate a Mario García y García y la recompré por allá en el 2007 o 2008 cuando ya tenía 10 años. Me dio muchos hijos con Admiralty Island, importado por mí en un sindicato que incluyo a La Isla y Lugano, El Cedro y La Irlanda, Contralmirante es hoy reproductor de carreras cuadreras en Córdoba. De sus hijas solo Inspirada, por Victory Lane, padrillo importado a Colombia por Yarce y por mí, entro a reproducción. Una hija suya esta jugando polo, tengo dos hijos, uno de Hay Fe, padrillo venezolano importado por mi precisamente para complementar las características físicas de mis yeguas, y otro de Admiral Nelson, criado por mi en una yegua descendiente de Carisma. Espero algún día ver correr a sus descendientes. También es muy importante traer padrillos con líneas maternas establecidas o con inbreeding en yeguas de reconocida trayectoria para combinar con lo nuestro tratando de que se corrijan falencias y se suplementen características positivas. Ante las limitaciones propias de nuestro medio, tenemos que escoger padrillos correctos, no sangradores, cuyas campañas hayan sido buenas, aunque cortas, o cuyos pedigrees no sean tan comerciales para que nos permitan comprarlos. Como ya les conté, yo he tenido algo que ver en la importación de varios ejemplares, en particular Election Day, que creo haberle ayudado a Franco Botta en su momento en la escogencia de este hijo de Sadler’s Wells y no otro, Racing Star, padrillo probado en uno de los criaderos más grandes de la Florida descendiente de Roquebrune con inbreeding en Isolde; Polako, inbred tres veces en War Admiral y La Troienne y Rodney Square, hermano materno de Quiet American de la línea materna de Plucky Liege, donde le ayude a Eduardo Gaviria a tomar la decisión de importarlos; Murashah y Admiralty Island, que se compraron al tiempo en Keeneland, el uno descendiente de Balidaress y el otro de La Troienne, uno hijo de Storm Cat y el otro de AP Indy; Victory Lane, hijo de Giant’s Causeway y inbred en Natalma; Lonesome Street, de la línea de Unbridled, y de la misma línea materna de Union Avenue, padrillo en Brazil; Eh Cumpari, hijo de Elusive Quality y de la misma línea materna de Unbridled’s Song, Seattle Song y Lucky Pulpit, el padre de California Chrome; Hay Fe, nieto de Storm Cat de gran campaña en Venezuela e inbred en Bramalea, la madre de Roberto; Goldenlion, hijo de Curlin, con quien se logra un inbreeding muy interesante con Election Day y AP Indy; You are Flatter, hijo de Flatter, AP Indy en una yegua descendiente de La Troienne, muy parecido a Admiralty Island, en una hija de Unbridled’s Song, con una línea materna desarrollada en Argentina.